Hoy prometo, amarte y entregarte mi corazón. Seguro un cielo grande y un pedazo enorme de tierra nos separan, pero el amor más grande ha tomado una decisión. Ahora estoy feliz, porque ya casi te tengo conmigo, ya casi puedo estar en tus brazos, ya casi puedo sentir tu aroma; tal vez un poco inseguros de esta gran locura que es amar, pero queremos estar juntos, prometernos locuras, prometer amarnos para siempre, prometernos fidelidad, prometernos ser los mejores amigos, novios para siempre; tener un pedazo de cielo en esta tierra; prométeme nunca separarte de mi; yo prometo ser dulce, pero fuerte a la vez, para pelear nuestras batallas juntos. Yo prometo entregarme solo a ti, prométeme lo mismo también; Yo prometo todos los días entregarte en las mejores manos. Sé, quien te envió, y por eso prometo amarte más. Buscar con más ansias a Dios, porque contigo cumplió una promesa y tú te conviertes en una razón más para agradecer. Tal vez te esté prometiendo muchas cosas; pero sabes eso es natural cuando amas; solo tienes la gran certeza, de ser muy amada y de lo que quieres entregar; por eso prometo anhelarte pero tener paz; dos propósitos unidos para engrandecerse. Aún tengo mucho que decir y mucho que escribir, pero te dejo estas lineas libres para que tú, las escribas conmigo. Ahora debo escribir y vivir una nueva historia, pero junto a ti.
Estímulo para amar; sí; tengo el mejor estímulo para amar. Tengo tantas preguntas para ti, pero respondelas después de besarme. Esposo mio te anhelo tanto, te espero tanto, pero tengo paz.
Mi amado me habló y me dijo:
¡Levántate, amada mía;
ven conmigo, mujer hermosa!
11
¡Mira, el invierno se ha ido,
y con él han cesado y se han ido las lluvias!
12
Ya brotan flores en los campos;
¡el tiempo de la canción ha llegado!
Ya se escucha por toda nuestra tierra
el arrullo de las tórtolas.
13
La higuera ofrece ya sus primeros frutos,
y las viñas en ciernes esparcen su fragancia.
¡Levántate, amada mía;
ven conmigo, mujer hermosa!
Adriana.
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