No hay nadie más valiente, que un bebè buscando su comida, no hay nadie más valiente, que un papá luchando por su familia, no hay nadie más valiente, que una mamá cuando enseña, no hay nadie más valiente, que un buen hombre cuando lucha por su amada, no hay nadie más valiente, que un niño el primer día de jardín, no hay nadie más valiente, que una mujer que ocupa su lugar, no hay nadie más valiente, que un joven que aprende por las experiencias de los demás, pero hubo uno, aún más valiente, que dejó el amor como sello contra el dolor.
Tú, qué crees que no eres valiente, que crees, que no eres valiente; tú que miras a los demás, y dices; no lo puedo alcanzar; para tí es esto; Si eres valiente, sí, sí eres valiente, yo te lo digo, porque si algo sé, es que poco sé, pero sí sé, a donde ir, a que me digan, no lo que quiero oir, sino, lo que El me tiene que decir (la verdad de quien soy). Mi amado Jesùs eres el camino, la verdad y la vida.
Life Coach
Adriana Duque
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