MUJERES.. AMOR SANO




Las mujeres somos tan valiosas, que ni las piedras preciosas se comparan con nosotras, mujeres valientes enfrentándose a la vida. 

Dentro de los grandes propósitos que Dios tiene con nosotras, está que seamos felices y plenas. El matrimonio es una bendición y es sagrado; se trata de la unión de dos personas  completas que se unen para amarse y es un estado maravilloso, donde sí se puede ser feliz; pero lo que yo les quiero explicar hoy es que aunque no estés casada, ser feliz y plena es posible. Estar completas, no tiene que ver con un estado, tiene que ver contigo misma,  no son pocas las mujeres que no se aprecian y que creen que no son merecedoras de un amor sano y verdadero.

Somos tan apasionadas (Dios nos hizo así), somos tan protectoras; tan sensibles, nuestra piel tan completa, fuimos hechas para ser amadas y para amar; pero el amor sin medida que es diferente y completo debe ser para Dios, cuando lo tienes en primer lugar, conoces el amor real y lo puedes dar y sabes recibirlo; el amor por un hombre nos confunde,  ellos son un amor grande, un regalo para cuidar que también ponen en nuestras manos; nos confundimos mucho, pero eso les pasa a ellos también; el señor nos ayude y quite la gran confusión que hay en todos; nosotras esperando, ellos buscando o lo contrario; muchos vacíos, tantos que pensamos que las otras personas o nuestras parejas las van a llenar y no, ellos son solo personas al igual, que nosotras buscando ser llenos; pero es este punto a donde quiero llegar somos tan protectoras y guerreras que cuando alguien llega a nuestras vidas tenemos la certeza que podemos cambiarlo; yo he querido y quiero cambiar el mundo; es como un amor maternal de poner en el regazo a nuestro regalo y que nunca crecieran, pero crecen y se van del regazo; nuestros hombres crecen y debemos dejarlos crecer, porque nosotras debemos crecer también; (te dicen, que eres su sueño, te dicen que eres la mujer de su vida, que quieren pasar el resto de sus días contigo, son dulces contigo) queremos oír eso y vivirlo; pero debemos hacerlo solo con el hombre que Dios escogió; un hijo suyo que lo sabe y lo vive; pero que las ganas de amar no nos confunda más; mi Dios: entiendo que lo mejor es lo tú tienes; y si hay confusión en  nosotras, en ellos también, es una búsqueda, porque sabes que viene, pero debes tener paciencia y paz, para estar seguras que es el correcto; porque si no es, nos haríamos mucho daño.  Por eso mi rey no nos dejes solas, necesitamos de ti hoy más que nunca, necesitamos oírte, porque tu nos tienes en alta estima, tus palabras para nosotras son dulces y necesitamos oírlas más seguido; enamorános, ayúdanos a poner nuestros corazones a tus pies, que tu como un príncipe que eres no lo desecharías, tu los tomas en tus preciosas manos y lo pones en el tuyo, ayuda a estas preciosas mujeres que claman a ti, y aún a las que no te conocen para que te conozcan y sepan lo que tú hiciste por ellas; que conozcamos y sintamos el verdadero amor para no sentirnos confundidas, porque no te queremos fallar, no queremos dejar de oír tu voz, por qué?, porque equivocarnos si allí estás tu; tus planes para con nosotras son de bien y no de mal, tu voluntad es buena perfecta y agradable; trae a ese que tu tienes para cada una; pero yo te pido especialmente que tu les prepares los hombres que tienes para ellas; que les des tus ojos, para que ellos vean como tu nos ves, que les llenes sus corazones, sus bocas y sus mentes con tus palabras, para que juntos cumplan los propósitos y sean felices. Si nos dejarás señor, meterlos en una licuadora, para solo poner los mejores ingredientes; hombres apasionados, respetuosos, protectores, responsables, cariñosos y muchas buenas cosas más; pero saben mis queridas amigas ni sapos ni superhéroes; hombres hijos de Dios que son príncipes, que lo sepan y lo vivan; mis preciosas, las ganas de amar no nos pueden ganar, muchas preciosas esperando el amor de sus vidas, mujeres de todas las edades; por eso, es imperativo y bueno escoger desde el principio la persona que Dios ha escogido. Si El nos ama tanto, no nos va a entregar lo malo, lo que no es nuestro, por eso debemos dejarnos guiar para no equivocarnos y prepararnos para recibir ese regalo e ir lo cambiando pero a la manera de Dios, igual con nosotras; orar mucho, con oraciones sanas y justas, porque así como tú eres valiosa, él también lo es. Este es mi mayor consejo, para los que apenas empiezan, no den pasos sin estar seguros que es la persona que Dios tiene para ti. Mi rey tenga compasión y misericordia de esos corazones enamorados para que no hayan confusiones.


Una paloma como nosotras, si hace verano, porque fuimos hechas como aliadas, para que este mundo fuera mejor, somos valientes y nuestra parte la debemos hacer, traigamos el reino a nuestros hogares. Que nuestros oídos sean abiertos para escuchar las verdades que nos tienen que decir y aprovechemos ese amor maternal para pedir por otros, para amar a otros, para amar las almas y levantarnos por muchos y así nuestro regazo nunca estará vacío, hay lindas personas en todo el mundo esperando una bendición.

Reescriban y vivan esa historia de amor que les corresponde, cuídense, cuídenlos,  sean sabias y bondadosas, porque ustedes mis amigas preciosas merecen un amor sano.


Para las mujeres valientes,


Adriana Duque Life Coach

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