¡Ah, princesa mía,
cuán bellos son tus pies en las sandalias!
Las curvas de tus caderas son como alhajas
labradas por hábil artesano.
Tu ombligo es una copa redonda,
rebosante de buen vino.
Tu vientre es un monte de trigo
rodeado de azucenas.
Tus pechos parecen dos cervatillos,
dos crías mellizas de gacela.
Y como siempre les pido perdón por malentenderlos y juzgarlos tanto; como ya me perdonaron podemos continuar bien;
Mi mayor preocupación con ustedes es la siguiente, es justo y lo tengo claro que ustedes merecen mujeres cuidadas, mujeres bellas, atractivas, por que sus mujeres deben ser atractivas para ustedes y pregunte y pregunte mucho (mucho) y me contestaron, me dijeron que, lo que pasaba era que a un hombre se le había otorgado(a cada uno) una preciosa una mujer ( todas las mujeres somos preciosas), joven porque él (hombre) también se debía entregar en cuerpo joven a una preciosa mujer (El hombre solo de una mujer y la mujer de un solo hombre); y muchachos como así debió ser; eso es lo que ustedes sienten (una inconformidad y algo que se les debe, entonces buscan y se confunden en la búsqueda), porque si es cierto (pero a nosotras también nos deben, nos deben ese tiempo que debió ser con nosotras); están buscando mujeres jóvenes y de un cuerpo que no se le ha entregado a nadie más; porque eso les correspondía; pero como este mundo está tan confundido y nos dejamos llevar por los placeres; por cada mujer que ustedes hayan confundido y hayan creído que sí era la correcta, han aumentado el bache; el espacio, tanto, que el gran cañón se ve pequeño, para la distancia que hay entre los dos y es aquí donde de nuevo les pido perdón, (aunque les corresponde hacerlo a ella contigo y a ti con ella), por que ustedes y ellas pusieron distancia el uno del otro. Pero ustedes también deben pedir perdón y encaminarse en el camino de la verdad; no creo que quieran seguir sintiéndose así, no es bueno, no está bien, quien quiere vivir mal, porque ustedes mentirán y se harán los fuertes, pero lo malo no se hizo para ustedes; pero aunque yo, les haya aclarado algo, se deberán remitir al que los creo, reestablecer su amistad con él y preguntarle, todas las dudas que tengan. La bendición está en guardarse.
Mi mayor preocupación con ustedes es la siguiente, es justo y lo tengo claro que ustedes merecen mujeres cuidadas, mujeres bellas, atractivas, por que sus mujeres deben ser atractivas para ustedes y pregunte y pregunte mucho (mucho) y me contestaron, me dijeron que, lo que pasaba era que a un hombre se le había otorgado(a cada uno) una preciosa una mujer ( todas las mujeres somos preciosas), joven porque él (hombre) también se debía entregar en cuerpo joven a una preciosa mujer (El hombre solo de una mujer y la mujer de un solo hombre); y muchachos como así debió ser; eso es lo que ustedes sienten (una inconformidad y algo que se les debe, entonces buscan y se confunden en la búsqueda), porque si es cierto (pero a nosotras también nos deben, nos deben ese tiempo que debió ser con nosotras); están buscando mujeres jóvenes y de un cuerpo que no se le ha entregado a nadie más; porque eso les correspondía; pero como este mundo está tan confundido y nos dejamos llevar por los placeres; por cada mujer que ustedes hayan confundido y hayan creído que sí era la correcta, han aumentado el bache; el espacio, tanto, que el gran cañón se ve pequeño, para la distancia que hay entre los dos y es aquí donde de nuevo les pido perdón, (aunque les corresponde hacerlo a ella contigo y a ti con ella), por que ustedes y ellas pusieron distancia el uno del otro. Pero ustedes también deben pedir perdón y encaminarse en el camino de la verdad; no creo que quieran seguir sintiéndose así, no es bueno, no está bien, quien quiere vivir mal, porque ustedes mentirán y se harán los fuertes, pero lo malo no se hizo para ustedes; pero aunque yo, les haya aclarado algo, se deberán remitir al que los creo, reestablecer su amistad con él y preguntarle, todas las dudas que tengan. La bendición está en guardarse.
¡Corra el vino hacia mi amado,
y le resbale por labios y dientes!Yo soy de mi amado,
y él me busca con pasión.
Pero sus preciosos ojos deben volver a ver como las cosas son en realidad; a su mujer, la deben ver con deseo, con anhelo de llevarla, honrarla y amarla como es. Y El que no tienen a su mujer, sea valiente; su propia preciosa lo está esperando; no dejen que lo que no corresponde se vuelva atravesar. De nuevo perdonen y juntos, así no sean cuerpos jóvenes, renuévense el uno al otro de la mano de su mayor Amor.
Para esos hombres valientes, que quieren que su capacidad de amar y de ver como es, vuelva;
Con amor y ahora comprensión;
Adriana Duque LIfe Coach
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